La educación nos vincula de manera permanente con la idea de futuro. Estamos convencidos de que en ella, junto a la convivencia democrática, el respeto mutuo y la valoración entre todos los integrantes de la comunidad educativa, se encuentran los pilares que definen las posibilidades del mañana para cada uno de nuestros alumnos.

​

El Colegio es un espacio común de encuentro y construcción, donde cada persona aporta y recibe experiencias en un marco donde la diversidad es el eje. Entendemos la convivencia como una tarea compartida, que nos enriquece a todos y permite que cada estudiante se apropie de aprendizajes significativos para su desarrollo personal.

 

Nuestra misión es clara: enseñar y aprender para contribuir a la formación integral de la persona, favoreciendo no solo el conocimiento académico, sino también la dimensión humana, social y ética.

 

Enseñamos modos de relacionarnos, de reconocernos a nosotros mismos y a los demás, de actuar frente a normas y de participar en acuerdos y disensos. Sabemos que los límites no solo restringen, sino que también orientan, socializan y ayudan a madurar. Por eso, sostenemos que una normativa clara y un clima de orden son condiciones esenciales para llevar adelante con eficacia nuestra misión educativa.

 

Sobre estos fundamentos, el Colegio consolida día a día su propósito primordial: formar ciudadanos críticos, responsables y comprometidos con la democracia y el bien común.

​​